hacer pan sin gluten

Si quieres hacer pan casero, uno de los ingredientes que no te puede faltar, es la harina. La harina para hacer pan, además de ser uno de los ingredientes fundamentales, es uno de los ingredientes más variables, ya que nos podemos encontrar diferentes tipos de la misma. Por eso, desde Web de Salud queremos hablarte de este ingrediente y todas sus claves.

Por ejemplo, la harina que necesitas en una receta de pan integral casero, no será la misma que puedes encontrar en un pan blanco. Precisamente por esto, hoy vamos a hablar acerca de los diferentes tipos de harina para hacer pan que existen y entender mejor cada una de sus características.

Harina para hacer pan, ¿Blanca o integral?

pan de avena en sarten

La harina blanca y la harina integral son los tipos de harina principales que vas a poder encontrar para hacer pan. Sin embargo, no todo es tan sencillo, ya que, dentro de estos, todavía existen diferentes tipos de harina como vamos a ver a continuación.

Así mismo, seguro que conoces alguna harina más, como la harina de repostería. Sin embargo, mejor olvidarnos de este tipo de harina ya que nunca la vamos a utilizar para cocinar pan. Vamos a ver primero la fuerza de las harinas.

La fuerza en la harina

Por si no lo sabías, la harina, además de poder ser de diferentes tipos, tiene una determinada fuerza. Esta fuerza viene determinada por la cantidad en gluten que la harina tiene. Por lo tanto, una harina que cuente con más gluten, tendrá más fuerza.

Esta fuerza sirve para poder aguantar la presión del gas que se genera en la fermentación, con lo que se conseguiría un pan más esponjoso y con una mejor estructura. Llegados a este punto, los celíacos tienen que tener especial cuidado con las harinas fuertes debido a la gran cantidad de gluten con el que cuentan.

Para poder identificar la fuerza de la harina, tendrás que fijarte en el paquete de la misma. En este caso, se identifica con una W y una cifra. Cuanta más alta sea la cifra, más fuerza tendrá la harina y, por lo tanto, una mayor cantidad de gluten.

El problema de este asunto reside en que, en los supermercados, difícilmente vamos a encontrarnos con estas cifras. Si este es el caso, te recomendamos que te fijes en el porcentaje de proteínas por cada 100 gramos con el que cuenta.

Si cuenta con menos del 9%, no la compres, es una harina floja, una harina para repostería que no sirve para hacer pan. Entre el 10% y el 11%, es la harina recomendada para hacer pan, la harina panificable. Si te encuentras con harinas superiores al 11% de proteínas, son harinas más fuertes, ideales para postres como roscones o brioches que precisan de un mayor amasado, tampoco las compres, no son adecuadas para hacer pan.

Harina blanca y harina integral

pan sin gluten facil y rapido

Ahora que tenemos un poco más claro la harina que tenemos que comprar en función a su fuerza, vamos a ver las harinas como se clasifican de acuerdo a su tasa de extracción, la harina blanca y la harina integral.

Harina blanca

La harina blanca es la que habitualmente nos podemos encontrar en cualquier cocina para llevar a cabo cualquier tarea que precise de esta y, además, es apta para la receta de pan.

La harina blanca es una de las más utilizadas para hacer pan debido a dos razones fundamentales: es una harina de lo más digerible, lo que facilita el acceso al consumo de pan y también es bastante barata.

Además de estas dos ventajas, de ser buena para el organismo y también para el bolsillo, la harina blanca es una de las harinas más recomendadas para los principiantes que se aventuren en el mundo del pan casero, debido a lo fácil que resulta de hornear. A diferencia de la harina para hacer pan integral, resulta mucho más sencillo dotar de consistencia a un pan con esta harina que con la harina integral.

Como es lógico, también cuenta con alguna desventaja. Una de las más acuciantes se da cuando la comparamos con la harina integral, ya que la harina blanca carece de determinados nutrientes que por el contrario si se pueden encontrar en la harina integral. Así mismo, la harina blanca también incrementa los niveles de azúcar en sangre, algo que tienen que tener muy presente los diabéticos.

Harina integral

La harina integral es una harina que pasa por muy pocos procesos de refinamiento y que se diferencia por su color marrón. De los beneficios de la harina integral, uno de los más conocidos es que se trata de una harina para hacer panque contiene mucha fibra.

De esta forma, cualquier receta de pan integral realizado con esta harina, será una importante fuente de fibra para el organismo. En cualquier blog de comida sana podrás encontrar una receta con este tipo de harina.

La harina integral cuenta con más beneficios, al ser una harina que proviene de granos completos, lo que provoca una sensación de mayor saciedad. Muchas dietas que buscan adelgazar, aportan el pan integral a la misma, debido este carácter saciante, ya que invita a comer menos.

La harina integral también es buena para el colesterol, disminuyendo el riesgo de padecer un problema en el corazón, ya que ayuda a bajar los niveles de triglicéridos. Así mismo, la harina integral también ayuda a mantener los niveles de azúcar, por lo que está especialmente recomendada para aquellas personas con obesidad o, como hemos hablado antes, los diabéticos.

En cuanto a sus desventajas, se trata de una harina un poquito más cara que la harina blanca. Por lo que respecta a la salud, es una harina muy calórica y, es un hecho que a todo el mundo no le gusta su sabor.

que harina se usa para hacer pan

En definitiva, dependiendo del pan que estés buscando hacer en casa, es probable que quieras contar con un tipo de harina u otro. Sin embargo, algo que nunca debes de olvidar es que, a pesar de que la harina integral parezca una harina más saludable, cuenta con un importante nivel de calorías, por lo que, si la consumes en exceso, no te ayudará a perder peso.

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