que es sindrome de la cabaña

El Síndrome de la Cabaña es el miedo a salir a la calle. Miedo a estar con otras personas fuera de casa. Se manifiesta como el miedo a hacer actividades que eran cotidianas, como trabajar, ir en transporte público, relacionarnos con personas en el trabajo o la calle. No es un problema psicológico, sino una consecuencia de pasar tiempo en confinamiento. Y en Web de Salud queremos hablarte con detalle sobre este problema.

Se compara con lo que se conoce como “fiebre de la cabaña”, en inglés cabin fever. Esta es una reacción de agitación, inquietud, desesperanza, dificultades en la concentración e ira, si se impone permanecer encerrado en un lugar. En el caso del Síndrome de la Cabaña se experimenta confort, seguridad y tranquilidad de estar en casa.

Quienes pasan el confinamiento a solas, posiblemente desarrollen Síndrome de la Cabaña. Se habitúan a no tener algún contacto físico o cercano con alguien.

¿Cómo lidiar con el Síndrome de la Cabaña?

¿Cómo lidiar con el Síndrome de la Cabaña?

Ante la expansión del virus Covid-19 muchas personas comienzan a sentir el Síndrome de la Cabaña. Laura Solana, de Itae Psicología, explica que mientras al principio la mayoría de las personas sentían una especie de “Fiebre de la cabaña”, intentaron afrontar la situación desarrollando el Síndrome de la Cabaña.

Si sufres este problema, ten en cuenta que las salidas deben ser graduales. La idea es que cada uno regule lo que necesita y cómo. Debes ir aceptando lentamente el hecho de exponerte a la calle, al ruido, a los desconocidos y a lo que conocíamos antes como normal.

Luego, debes ir habituándote poco a poco las salidas a sitios que te agraden y generen una sensación positiva. Puedes disfrutar el sol, ir a un parque o al mar. No es aconsejable que la primera salida sea a algo agobiante como el trabajo o la oficina, sino a algo sencillo como ir por pan y, lo siguiente, a algo que nos genere placer.

Todo esto es respetando y siguiendo los protocolos de seguridad. Mantener el distanciamiento social, lavar las manos, usar mascarilla y demás. Eso puede brindarte la sensación de seguridad que tanto necesitas.

El miedo al coronavirus cambió la psicología humana

Al estar cada vez más presente en los medios de comunicación el tema del coronavirus Covid-19, lo pensamos con más constancia. Esto provoca mayor ansiedad respecto al tema, lo que incrementa el sentimiento de amenaza. Ocurre como respuesta primitiva ante el contagio de una enfermedad.

Nuevos estudios al respecto aseguran que los juicios morales y actitudes sociales son más conservadoras en situaciones de riesgo. Cambian incluso las filiaciones políticas. Esto se debe a algo llamado sistema inmunológico conductual.

¿En qué consiste el sistema inmunológico conductual?

Proviene desde la prehistoria. El cuerpo tiene un sistema de defensa llamado sistema inmune. Tiene una capacidad inigualable para perseguir y destruir posibles patógenos. Pero, las reacciones nos debilitan. Por ejemplo, la fiebre consume el 13% de la energía del cuerpo. Enfermarse suponía para los cavernícolas el no poder realizar sus tareas diarias necesarias.

«Enfermarse y permitir que este maravilloso sistema inmunológico funcione es realmente costoso», dice a la BBC Mundo Mark Schaller, profesor de la Universidad de Columbia Británica.

Fue por tal motivo que desarrollamos un conjunto de respuestas psicológicas inconscientes. El profesor Schaller  lo llamó «sistema inmunológico de conducta». Actúa para defendernos de posibles patógenos.

En el sentido del gusto está la prueba principal del sistema inmunitario de conducta. Hay un rechazo a cosas o alimentos que huelen mal, que nos dan asco porque no están limpios y pueden ser fuente de algún contagio. Si algo está podrido nos da ganas de vomitar, por ejemplo.

El miedo al coronavirus cambió la psicología humana

Investigaciones científicas aseguran que los recuerdos del asco son más fáciles de recordar, evitando así situaciones que nos pongan en riesgo de enfermarnos.

Y esto, ¿qué tiene que ver con el Síndrome de la Cabaña?

Al ser un ser social, el humano evolucionó para vivir en grandes grupos. Pero, el sistema inmunitario de conducta modifica las interacciones con las personas para minimizar el posible contagio ante una enfermedad. Por eso, existe un distanciamiento social instintivo.

«El sistema inmunológico de conducta funciona con una lógica de ‘más vale prevenir que curar'», asegura Lene Aarøe, de la Universidad de Aarhus, a la BBC. Por lo tanto, respuestas fuera de lugar desencadenan información irrelevante en la toma de decisiones morales y opiniones, que no tengan que ver incluso con la amenaza de enfermedad.

Cambio en la manera de actuar

Experimentos muestran que somos conformistas y respetuosos cuando hay una amenaza de enfermedad. Schaller lo probó en uno de sus estudios.

Comenzó por preparar a los participantes sentirse amenazados por una infección. Pidió que describieran alguna enfermedad anterior. Luego, probó su tendencia a conformarse.

En una prueba propuso a un grupo de estudiantes un cambio en el sistema de calificación de la universidad. Debían votar poniendo un centavo en un frasco con «de acuerdo» o «en desacuerdo». Los participantes siguieron a la mayoría, llenando un frasco con la mayor cantidad de monedas. La influencia estuvo en la popularidad y no en la corriente de pensamiento propia.

Otra prueba a la que sometió a los participantes preocupados por la enfermedad, fue preguntar qué tipo de personas preferían. Eligieron las «convencionales» o «tradicionales», y no a las «creativas» o «artísticas». Los pensamientos libres se valoran menos al existir un riesgo de contagio.

Hay otro estudio en la Universidad de Hong Kong donde les evaluaron exponiendo a los participantes a escenas de la película «Epidemia» o «Estallido», parecidas a las noticias actuales. Resultó que tales imágenes les llevaron a valorar la conformidad y la obediencia, más no la excentricidad o la rebelión.

Schaller dice en su entrevista a la BBC que el sistema inmunológico nos lleva a pensar de esta manera, porque las reglas sociales tácitas nos pueden ayudar a reducir el riesgo de infección. Se refiere a preparar de x o y forma un plato, deshacernos de nuestros desechos o la forma de vestirnos dependiendo del clima.

 ¿qué tiene que ver con el Síndrome de la Cabaña?

«A lo largo de gran parte de la historia humana, muchas normas y rituales cumplen esta función de mantener a raya a las enfermedades«, dice Schaller a la BBC.»Las personas que se ajustan a esas normas prestaron servicios de salud pública, y las personas que violaron esas normas no solo se pusieron en riesgo sino que también afectaron a otros».

Al parecer, el síndrome de la cabaña es una respuesta de nuestro sistema inmunológico.  ¿Qué opinas? Comparte este artículo en tus redes sociales si te ha servido de ayuda.