¿Alguna vez has sentido que no eres suficiente para lograr el objetivo por el que tanto has trabajado? Puede que sufras de miedo al fracaso. No te preocupes, no es del todo malo sufrir de ello, pues tomándolo de forma positiva puede ayudarte a mejorar en lo que haces, y hoy en Web de Salud te hablaremos de ello.
El miedo al fracaso, también llamado atiquifobia se caracteriza por el miedo irracional a equivocarse, fracasar, o cometer errores y puede estar acompañado de altos niveles de ansiedad.
Una de las consecuencias que acompaña el miedo al fracaso es la activación de mecanismos psicológicos para evitar realizar las actividades en las que temes fracasar, por lo que es común que la persona que sufre de atiquifobia busque procrastinar y a auto-sabotearse.
El miedo al fracaso puede llevar a otras patologías como la depresión, así que para evitarla es necesario que estés atento a las siguientes señales para saber si sufres de miedo al fracaso. Lo principal es tener problemas de autoestima, buscar siempre la perfección, tener altos niveles de autoexigencia, no conformarte con lo realizado, sufrir de ansiedad y tensión muscular.
Pero, además, padecer de sudoración excesiva, náuseas cuando te planteas algunas actividades y bloqueos cognitivos. Es decir, quedarse en blanco y no saber qué hacer o recordarlo.
Contenidos
Causas del miedo al fracaso
Generalmente el miedo al fracaso se desarrolla debido a la influencia negativa de padres o hermanos que resultan ser muy exigentes durante la infancia o por haber sido víctima de humillación por un fracaso ocurrido en el pasado.
Actualmente existe un culto a la perfección, lo vemos todos los días en las redes sociales, el buscar tener la imagen perfecta puede ser abrumador e incluso puede llegar a alterar la percepción que se tiene de las relaciones, la carrera, etc. y algunas personas que sufren de miedo al fracaso pueden sentir que no estarán bien hasta haberla alcanzado.
Infancia con padres exigentes
La labor de los padres durante la crianza es la de motivar a sus hijos a estudiar, crecer y ser, en lo posible, buenas personas, con metas, sueños y objetivos. Esto se torna en contra cuando ellos empujan de forma excesiva, rígida e inadecuada a sus hijos, por lo que los resultados pueden ser negativos.
Exigir perfeccionismo y excelencia a los hijos hace que ellos se sientan obligados a tener éxito y de esa forma demostrarles a los padres que pueden cumplir con sus expectativas. Esto genera mucha presión en los niños y termina instaurando el temor y la inseguridad que derivan en el miedo al fracaso.
Autoimagen negativa y auto-sabotaje
Una persona que sufre de miedo al fracaso termina interiorizando creencias negativas sobre sí mismo y sobre sus capacidades, diciéndose frases del tipo “no soy suficientemente bueno” “no puedo con esto” que alimentan el temor.
Esto puede hacerlos pensar que fracasar en realizar las actividades pendientes podría ser aún más doloroso. Por ello, la persona puede evitar exponerse a situaciones que necesiten superar ese miedo, tales como exámenes, concursos, audiciones, entre otras.
Miedo al éxito
Aunque no lo parezca, un mal relacionado a la atiquifobia es el miedo al éxito. A algunas personas puede darles miedo tener éxito y el hecho de triunfar puede generar una sensación de vértigo incómoda. En estos casos es necesario realizar cambios para salir de su zona de confort.
Una persona con miedo al fracaso puede llegar a buscar cualquier forma en la que pueda evitar afrontar esta situación: saboteando la posibilidad de éxito alejándose de situaciones donde es posible alcanzar logros.
Claves para superar el miedo al fracaso
Para superar el miedo al fracaso lo primero es aceptarlo, decirse a sí mismo que se tiene temor para intentar combatirlo. Entender que si se fracasa o falla, hay que dar lo mejor de sí mismos. En ocasiones fracasar, fallar o desilusionarse puede ser motivo para dar lo mejor de nosotros en una próxima ocasión y no debes sentirte culpable por ello.
Si hay que buscar nuevos caminos, hazlo. De manera que se puedan obtener resultados distintos es necesario alterar el camino para obtener nuevas oportunidades. Para lo cual necesitas arriesgarte, asumir nuevos retos y evitar estancarte. Persevera y nunca te des por vencido.
¿Qué se puede aprender del fracaso?
Primero, que hay cosas que debes mejorar en tu vida. A distinguir lo importante de lo trivial y obtener prioridades, explorar nuevos caminos, modificar lo que ya no sirve y evitar cometer errores en el futuro. Además, de estimular el contacto contigo mismo, la introspección y a reflexionar. Además, de fortalecer el autoestima y ser más comprensivo.
¿Cómo sobrevivir al fracaso?
El primer paso consiste en encontrar en qué fallaste sin culpar a los demás. Al tener identificada la causa puedes centrarte en superarla o en no volver a cometer los mismos errores.
Nunca pierdas el sentido del humor. La capacidad de reírse de sí mismo es positiva ya que ayuda a restarle importancia a aquello que te afecta y además, gracias a la risa es posible analizar la realidad desde un punto de vista más acertado.
Ten en cuenta que hasta los más grandes se equivocan. Su fuerza radica en que se atrevieron a alcanzar sus metas a pesar de haber pasado por todo tipo de fracasos antes de llegar a la cima.
Es imposible complacer a todo el mundo. No siempre se puede quedar bien con los demás y esto resulta ser un gran impedimento para la obtención de las metas personales. Jamás olvides que la vida continúa y que los fracasos son momentáneos.
La posibilidad de ser feliz está en tus manos y en el cómo lidies positivamente con el fracaso, sin resistirte ni evitarlo, ya que la idea de que nunca debes equivocarte solo limita el crecimiento.
Si el artículo te ha sido de ayuda ¡no dudes en compartirlo!