imanes terapeuticos

La terapia con imanes es comúnmente utilizada durante las sesiones de fisioterapia debido a su eficacia para el tratamiento de ciertas enfermedades. Aquí en Web de Salud te mostraremos sus beneficios ¡descúbrelos con nosotros!

La terapia se basa en el hecho de que existen campos magnéticos en el cuerpo humano, e implica el uso de campos magnéticos estáticos. Quienes se dedican a la terapia magnética afirman que someter determinadas partes del cuerpo al campo magnético estático generado por el imán es beneficioso para la salud.

El uso de la magnetoterapia está aumentando y los imanes ahora se han convertido en parte de la recuperación y el tratamiento de diversas enfermedades (como artritis, problemas circulatorios, desgarros musculares, estrés y dolor). En un informe de Mayo Clinic Health Express, se mencionó que los imanes pueden bloquear las señales de dolor que acceden al cerebro.

Una terapia con una vieja historia

No existen documentos que determinen en qué época comenzó a utilizarse la terapia con imanes o la aparición de los tratamientos relacionados. Sin embargo, se han encontrado documentos del año 2.500 A.C que mencionan el uso de imanes en terapias realizadas en China.

Los imanes se han utilizado a lo largo del tiempo con propósitos de curación en muchos países, como China, Egipto, Grecia e India. En Estados Unidos fue muy popular en el siglo XVIII, ya que se utilizó para el tratamiento de muchas enfermedades, sobre todo en lugares alejados donde se disponía de pocos médicos, esto terminó con la llegada de los medicamentos que ayudaban a combatir los mismos problemas.

terapia magnetica

Durante décadas se han estudiado y debatido los efectos de los imanes y su veracidad a la hora de tratar las distintas enfermedades. Se llega a considerar que la terapia con imanes ayuda a restaurar el equilibrio o el flujo de energía magnética para recobrar la salud. Sin embargo, aún no se comprende del todo su mecanismo de acción.

No obstante, el interés en la terapia con imanes ha despertado de nuevo en la actualidad, médicos especializados han realizado estudios en los que se ha buscado demostrar su importancia y beneficios, así como su efectividad en algunos tratamientos.

Beneficios de la terapia magnética

Efecto antiinflamatorio

Por su importante efecto vasodilatador, contribuye a combatir los trastornos inflamatorios de músculos y articulaciones, reduciendo la hinchazón y la acumulación de líquidos

Efecto analgésico

Acción estimulante en la producción de endorfinas, lo que contribuye a la reducción del dolor en casos de artritis, osteoartritis, migraña, dismenorrea, dolor de pecho, espalda, esguinces y huesos rotos

Regula el insomnio y combate el estrés

Ayuda a obtener un efecto de relajación en el paciente, lo cual mejora la calidad del sueño al mismo tiempo que contribuye en el tratamiento de la depresión gracias a que logra la estabilización del sistema nervioso central y autónomo.

Efecto cicatrizante

Se logra la aceleración del proceso de formación de células nuevas en los tejidos, lo que contribuye a la curación de heridas

Estimula la osteogénesis

La osteogénesis es la formación del tejido óseo, por lo que utilizar la terapia magnética beneficia durante los procesos de fracturas y reparación de músculos y vísceras.

No posee efectos secundarios negativos, solo está contraindicado en los pacientes que llevan marcapasos cardíacos

Técnicas para las terapias con imanes

Para ser un candidato apto para realizarse la terapia con imanes, es necesario cumplir con ciertos requerimientos y conocer los siguientes detalles sobre la persona: su edad, el estado general de salud, su nivel de presión arterial, entre otros detalles que sean solicitados al momento de evaluar al paciente. El tratamiento puede ser localizado en un área concreta del cuerpo o general.

En tratamientos locales, se colocan en el cuerpo una serie de imanes autoadhesivos de baja inducción y densidad. En general, se usan imanes de alta densidad y se recomienda utilizarlos como complemento al tratamiento local.

El médico de cabecera debe ser el que se encargue de hacer la preparación previa y posterior remisión al profesional que realiza la terapia con imanes, también es necesario que elabore un resumen de la historia clínica del paciente para tener un conocimiento completo de su salud y evitar de esta forma cualquier posible complicación.

Precauciones de la terapia

En cuanto a dónde deben ubicarse los imanes de la terapia con imanes, se deben tener algunas precauciones. Estos no deben colocarse en el corazón porque pueden causar arritmia ni sobre la arteria carótida porque pueden causar mareos.

Cerca del estómago no deben colocarse dentro de los 60 minutos posteriores a una comida porque pueden interferir con la contracción normal del tracto digestivo; no deben estar en heridas abiertas sangrantes, porque pueden exacerbar el sangrado.

No son aptos para realizar la terapia con imanes las personas que tengan marcapasos, las mujeres embarazadas, aquellos que posean bombas de insulina, implantes metálicos y equipos eléctricos ya que se verán afectados por el campo magnético.

Tampoco debe realizarse esta terapia aquellas personas en cuyas enfermedades el uso del sistema magnético esté contraindicado (como la epilepsia), otros estados convulsivos o personas que sufran de trastornos de la conducción eléctrica cardíaca.

Se ha demostrado que la terapia magnética tiene una amplia gama de efectos relajantes y calmantes, lo que es muy útil para tratar el estrés y las enfermedades resultantes del mismo.

La sesión de una terapia con imanes puede tener una duración aproximada de una hora. La cantidad de  sesiones se determina de acuerdo a la situación particular de cada paciente.

tratamiento con imanes

Normalmente, el tratamiento puede realizarse en un periodo de una o dos semanas entre sesiones, dependiendo de cada situación. Algunas necesidades pueden cubrirse en una sola sesión.

Magnetoterapia Vs. Electroterapia

Los dos métodos se confunden a veces por su similitud. De hecho, ambos se utilizan para tratar dolores musculares o articulares tanto agudos como crónicos. Pero estas técnicas de tratamiento son muy diferentes.

Como su nombre indica, la electroterapia utiliza la corriente eléctrica para tratar el dolor. Utilizando una máquina de electroterapia y electrodos colocados en las partes afectadas del cuerpo, se suministra una corriente eléctrica de baja frecuencia a un área específica. Los músculos son entonces estimulados para fortalecer o proporcionar un efecto analgésico que alivie el dolor.

Los beneficios de la magnetoterapia se deben, como se ha explicado anteriormente, a la transmisión de los campos magnéticos por los imanes. Para ello, es posible utilizar convenientemente un dispositivo de magnetoterapia.

En definitiva, la terapia con imanes puede considerarse una técnica muy positiva, no produce dolor y puede calmar el dolor causado por la enfermedad del paciente. También estimula el organismo para la regeneración, casi no tiene contraindicaciones y es fácil de usar en casa y en la clínica.

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