Los tiempos cambian y todas las cosas de la vida diaria se ven afectadas por estos cambios. Así mismo, la crianza de los hijos, que siempre ha sido todo un tema en la vida, también lo ha hecho. Hoy, en Web de Salud, hablamos en particular de la lactancia materna y todo lo que debes saber para alimentar de la mejor manera a tu hijo y tener una lactancia feliz.
La lactancia siempre es una etapa llena de dudas y preguntas para las mujeres, quienes son las que pasan por este proceso, que es fundamental para el vínculo entre la madre y su hijo. En este sentido, muchas viejas tradiciones han sido desmentidas. Hoy en día, la OMS (Organización Mundial de la Salud), ha resaltado que no es recomendable, durante el primer tiempo, usar horarios fijos para la alimentación del niño.
También se recomienda fuertemente practicar el in-rooming cuando el niño es un recién nacido. Es decir, deberías tener al niño las 24 horas en el cuarto contigo durante este periodo. Los médicos siempre recomiendan que el niño empiece a amamantar tan pronto como nazca, incluso si ha nacido por cesárea, en cuyo caso se necesitarán precauciones adicionales.
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La mejor manera de amamantar
Hay algunas recomendaciones que se deberían tener en cuenta para que el agarre del niño sea perfecto y al mismo tiempo se estimule la producción de leche durante la lactancia materna.
Mejor posición para amamantar
Durante el primer tiempo de la lactancia materna, las tomas suelen ser muy frecuentes y numerosas, lo cual supone una mayor necesidad de comodidad tanto para la madre como para el niño. Esto es tanto para evitar dolores por parte de la madre como para que el bebé amamantado se alimente correctamente.
Durante la hora de lactancia, la madre debería colocar almohadas en el respaldo y otra sobre las piernas, para que el bebé esté a la altura más apropiada. Esto evita tanto que la madre tenga que inclinarse así como que el bebé tenga que girar la cabeza para poder alimentarse.
Cómo debe lactar el bebé
Controla, mientras estés amamantando, que la boca de tu bebé esté bien abierta, como si estuviera bostezando, abarcando con ella gran parte de la aréola, y nunca que se haya enganchado solo al pezón. Este último debería apuntar hacia el paladar, mientras deberías poder observar que las mejillas del bebé están llenas. El único sonido que deberías escuchar es el de la succión a la vez que traga, y nunca el “pop”.
Siempre que sientas algún dolor durante la lactancia materna, deberías sacar al niño y corregir la posición de ambos.
Intervalos entre cada toma
La lactancia artificial suele requerir de horarios exactos para cada toma y un intervalo regular para que el lactante se alimente de manera adecuada. La lactancia materna, en cambio, depende exclusivamente de lo que requiere el bebé, que es quien sabe realmente cuándo su estómago está vacío.
Los intervalos más habituales suelen ser de 8 a 12 tomas por cada 24 horas. Recuerda siempre que el llanto del bebé es un síntoma ya tardío de que este está hambriento, por eso la madre siempre debería ofrecer el pecho cada vez que esté inquieto o se muestre interesado. Puede que después de media hora ya tenga hambre de nuevo. Esto se debe a que la leche materna es muy fácil de digerir, por eso puede haber mucha frecuencia durante cada toma.
Cuánto debe durar cada toma
Como ya venimos diciendo, lo importante es siempre respetar los tiempos del bebé, que ya tiene consciencia de su cuerpo y entiende cuándo está satisfecho y cuándo no. Por esto, no deberías preocuparte de cuánto tiempo está enganchado al pecho durante la lactancia materna.
La leche materna va variando y se sabe que la primera parte de la alimentación se caracteriza por una leche más rica en lactosa. Pero, más adelante, es donde el bebé puede encontrar las proteínas y vitaminas necesarias para su crecimiento y para saciarse. Muchas madres temen que una alimentación prolongada irrite la piel del pezón, pero si sigues los consejos antes mencionados y el bebé se ha enganchado correctamente, no tendrás problemas.
El doble pesaje
Desde hace mucho tiempo se solía acostumbrar a pesarlo antes y después de cada toma. Esto es muy desaconsejable hoy en día, ya que puede generar una ansiedad innecesaria en la madre si los resultados no llegaran a ser lo que esperaba. Durante la lactancia materna, deberías confiar en los pesajes periódicos que realiza el médico y en lo que este diga.
La lactancia mixta
Uno de los grandes conflictos en cuanto a la lactancia materna, viene con la lactancia mixta. Estamos hablando de combinar leche artificial con leche materna, lo cual no suele ser una opción.
Combinar lactancia materna con lactancia artificial es, por lo general, una decisión conjunta, tanto de la madre como del bebé. Por un lado, algunas madres prefieren emplear ambos medios, ya sea porque hay problemas con la producción de leche, o porque, por horarios de trabajo y demás, prefieren acostumbrar temprano al niño a tomar el biberón para que el padre también pueda alimentarlo.
Todo esto implica que a veces la madre desea tomar una decisión durante la etapa de la lactancia materna, pero el niño echa todo por tierra, prefiriendo, a veces, la leche materna y, otras, la leche artificial. Cualquiera que sea el método que prefieras, no debería representar problema para el niño en cuanto este lo acepte y te asegures de que todo se lleva a cabo correctamente, a fin de que tu bebé reciba todo lo que necesita durante sus primeros meses.
Esperamos que hayas encontrado útil e interesante este artículo sobre la lactancia materna y, como sabes, puedes recorrer Web de Salud para encontrar más consejos sobre estilo de vida y otros aspectos para llevar siempre una vida sana y saludable. Te invitamos a que compartas esta publicación en tus redes si te ha gustado.