El apéndice es una parte del intestino grueso, un tubo cerrado de tejido y se encuentra en la parte derecha del abdomen, se podría decir que es una bolsa intestinal estrecha, en forma de dedo, su tamaño es de 5 a 6 centímetros de largo, se proyecta al fondo del ciego, que es parte del principio del colon y este se puede infectar. En Web de Salud te contaremos cómo saber si sufres de apendicitis, cuales son sus síntomas y cómo actuar.
Se cree que entre el 5% y el 15% de la población mundial padecerá de apendicitis en algún momento de su vida, sin distinción de sexo. Es más común en la segunda y tercera década de vida, es decir, entre los 10 y 30 años de edad, pero puede aparecer en cualquier momento.
Este problema es la inflamación y luego la infección del apéndice. La inflamación puede suceder cuando el apéndice se infecta o bloquea con heces, objetos extraños o un tumor. El aumento continuo de la presión intraapendicular cierra la luz del apéndice y por presión externa puede resultar en una trombosis y oclusión de los capilares linfáticos, después los venosos y finalmente los arteriales, lo que puede conducir a una isquemia que se convertirá en gangrena, necrosis y luego perforación.
Cuando se perfora el apéndice se produce una peritonitis, aumentando el riesgo de muerte de la persona que lo padece. La progresión de apendicitis se interrumpe con la extirpación del apéndice y es casi imposible que se recupere espontáneamente. Esta es una emergencia médica y es importante recurrir al hospital a tiempo. Pese a las nuevas tecnologías y técnicas mejoradas de diagnóstico, este problema se diagnostica erróneamente en un 15% de los casos.
Las bacterias del intestino se escapan por medio de las paredes del apéndice, formando pus dentro y alrededor del mismo, haciendo que el órgano se perfore creando peritonitis, conllevando a una sepsis infecciosa y disfunción múltiple de los órganos, causando la muerte.
Como mencionamos antes una de las causas del bloqueo del apéndice puede ser objetos extraños, trauma físico, gusanos intestinales y linfadenitis. Por otro lado, la obstrucción por heces, denominado fecalito, es mayor en países desarrollados que en vías de desarrollo, comúnmente está relacionado con las apendicitis complicadas. El fecalito aparece por retención fecal en el colon derecho y un aplazamiento en el tránsito fecal por esta zona.
Se ha determinado que las personas con apendicitis tienen menos movimientos intestinales por semana que las demás. Además, el bajo consumo de fibra puede conducir a sufrir de apendicitis, ya que reduce el tiempo del tránsito fecal.
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Tipos de apendicitis
Dentro de esta enfermedad puedes tener alguno de estos tipos en específicos:
Apendicitis catarral
Es cuando la obstrucción de la luz apendicular se acumula secreción mucosa y agudamente distiende el apéndice. El crecimiento de la presión intraluminal genera una obstrucción venosa, aglomeración de bacterias y la reacción del tejido linfoide.
Apendicitis flemonosa
La mucosa del apéndice presenta pequeñas úlceras o es completamente destruída porque es invadida por enterobacterias.
Apendicitis necróticas
Es cuando el proceso anterior se vuelve peor y produce distensión del tejido.
Apendicitis perforada
Las perforaciones del apéndice pasan de ser pequeñas a ser muy grandes.
Síntomas de la apendicitis
Los síntomas de esta enfermedad pueden variar y será más difícil detectarlos en niños pequeños, adultos mayores y mujeres en edad fértil. Sin embargo, estos son los síntomas más comunes:
- Dolor en el abdomen y en el ombligo, seguido de náuseas y vómitos.
Tras el paso de las horas, estos dolores se desplazan al lado inferior derecho del abdomen. El dolor puede aumentar si toses, estornudas o haces movimientos repentinos.
- Dolor al momento de palpar y descomprimir el cuadrante inferior derecho ubicado en el punto de McBurney, es decir, en la unión de los tercios medio y externo de la línea que une el ombligo con la cresta ilíaca derecha.
Los síntomas tardíos son:
- Escalofríos
- Vómitos
- Temblores
- Estreñimiento o diarrea
- Falta de apetito
- Fiebre alta
- Incapacidad de eliminar gases
Hay que tener en cuenta que no todas las personas muestran todos los síntomas. No obstante, si sientes que el dolor abdominal no cede a las 12 horas debes comunicarte con tu médico urgentemente.
Diagnóstico de la apendicitis
Como mencionamos anteriormente los síntomas de la apendicitis pueden ser muy similares a otros problemas por ejemplo cálculos renales, neumonía o infecciones de orina, por ello es tan difícil detectarlo.
Para saber si una persona tiene apendicitis o no, el médico deberá explorar el abdomen para detectar los síntomas de dolor o zonas dolorosas al ser palpadas. Asimismo, se pedirán al paciente exámenes de sangre y de orina para descartar alguna infección. También, pueden hacerte una radiografía abdominal y del tórax, y una ecografía o una tomografía axial computarizada del abdomen.
Tratamientos para la apendicitis
La forma de tratar este problema es con apendicectomía o laparoscópica. Generalmente, el cirujano extirpa el apéndice aun estando perforado. El médico realiza una incisión tradicional en la zona del apéndice o usa un pequeño instrumento quirúrgico (laparoscopio) que permite realizar una incisión más pequeña en el abdomen. Por su parte, tras la apendicectomía deberás pasar de dos a tres días internado en el hospital.
Después de la cirugía, se te administrarán líquidos y antibióticos vía intravenosa, ellos prevendrán posibles complicaciones y el riesgo de infección en la herida. Asimismo, recibirás analgésicos para el dolor.
En caso de ser un absceso periapendicular, que es cuando no fue detectada a tiempo, deberá ser drenado para que el apéndice no se perfore por la presión del pus.
Por otro lado, el infiltrado inflamatorio periapendicular deberá ser tratado en el hospital con antibióticos intravenosos de amplio espectro, hasta que los síntomas desaparezcan y la disminución evidente de la resistencia sobre la fosa iliaca. Después de ese tiempo se continúa el tratamiento con los antibióticos orales en casa, por 8 semanas, luego se realizará una apendicectomía planificada.
Los síntomas pueden desaparecer con un tratamiento intensivo de antibióticos, pero el 40% de los pacientes vuelven a padecer las mismas molestias. Por eso, este tratamiento se realiza exclusivamente cuando no es posible realizar la intervención quirúrgica inmediatamente.
Los primeros días tras la cirugía deberás tener una dieta blanda para evitar forzar el intestino.
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