Las sustancias psicotrópicas son aquellas que actúan sobre el sistema nervioso central. Por lo tanto, causa cambios temporales en aspectos como comportamiento, percepción, ánimo y estado de conciencia. Pero, los efectos psicotrópicos pueden ir mucho más allá y provocar secuelas a largo plazo. En Web de Salud queremos aclarar toda duda posible sobre estos efectos.
De hecho, a lo largo de la historia se utilizaron para alterar deliberadamente el estado de la mente. Esta práctica recreativa se asocia con la producción ilegal de este tipo de sustancias, el comportamiento delictivo y problemas de la salud.
No obstante, aún se usa como tratamiento controlado de enfermedades neurológicas o psiquiátricas, pese a los efectos psicotrópicos.
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¿Cómo se usan los psicotrópicos?
Las benzodiacepinas son unos de los medicamentos psicotrópicos más usados. De hecho, son tratamiento para la depresión, ansiedad generalizada, fobias, esquizofrenia, trastorno obsesivo compulsivo, insomnio y trastornos afectivos. También para algunas urgencias psiquiátricas, como agitación psicomotriz, estrés ambiental o trastornos de la personalidad.
José María Vázquez, vocal por Cataluña de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), explica a Cuidate Plus algunos usos que tiene en la medicina: “Incluso se han utilizado en otros campos de la medicina, como enfermedades crónicas estresantes, cáncer, alteraciones cardiovasculares o reumáticas”. Hay varios tipos de benzodiacepinas, todas con resultados distintos.
Sergio Oliveros Calvo, psiquiatra y director del Grupo Doctor Oliveros, dice al portal cómo se clasifican: hidrosolubles y lipisolubles, de rápida o lenta acción, de vida media, corta y ultracorta y de alta o de baja potencia.
“Así, el diazepam, lipisoluble de vida media y baja potencia, lo emplearemos como antiepiléptico, ansiolítico y relajante muscular, pero no en una crisis de ansiedad. En estas crisis empleamos el lorazepam sublingual o el alprazolam, por su mayor rapidez de acción”, asegura Oliveros al medio. Las vías de administración sonorales, sublinguales, intramusculares o intravenosas.
¿Cuáles son los efectos psicotrópicos a largo plazo?
Pese a que son fármacos muy útiles, a corto y largo plazo tienen riesgos, ya que actúan sobre el funcionamiento psicomotriz. Por lo tanto, los efectos psicotrópicos pueden ser somnolencia, dificultades en la atención, dificultades de concentración y problemas de memoria.
A largo plazo, puede causar efectos psicotrópicos. Estos pueden ser aumentar el riesgo de demencia, la mortalidad, letargo, problemas para dormir, padecer cáncer, dependencia, náuseas, dolor de cabeza, mareos o agresividad, entre otros.
También puede causar abuso, tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia de las benzodiazepinas. Existe un extenso debate sobre si su uso es recomendable o no. Pero, además, sobre si aumenta el riesgo de muerte. Las opiniones varían entre los expertos y países.
Aunque, no todo es malo, los síntomas tras una abstención de seis o más meses. Se aplicó un estudio a consumidores de hipnóticos. Se les suspendió gradualmente la medicación hipnótica y en seis meses de abstinencia mostraron una reducción en sus problemas para dormir y en su grado de ansiedad.
Sentían un mejor estado de salud. En este caso, quienes continuaron con la medicación hipnótica no mostraron mejoras.
En otro estudio, notaron que cada persona tiene una sensibilidad diferente a las benzodiacepinas. Pero, no solo a ellas, sino a las medicinas sedantes hipnóticas y al alcohol. Incluso, se asocia con un mayor riesgo de comportamientos agresivos, impulsivos y violentos.
Mayor riesgo de sufrir otras enfermedades psiquiátricas
Para entender mejor los efectos psicotrópicos, se refleja en cifras. El 53% de quienes consumen benzodiazepinas a largo plazo muestran tendencia a la violencia. También tienen delirios y alucinaciones. Otro resultado que obtuvieron, fue que los pacientes tratados con alprazolam desarrollaron depresión.
Estudiaron a largo plazo el uso de benzodiacepinas. Concluyeron que causa un amplio rango de trastornos psicológicos y fisiológicos. Puede causar agorafobia, síndrome del intestino irritable, parestesia, aumento de la ansiedad y ataques de pánico.
Tres de los cincuenta pacientes estudiados fueron diagnosticados con esclerosis múltiple, pero en realidad tenía problemas por consumo crónico de benzodiazepinas. Diez tenían problemas de drogas. El deterioro en la salud mental y física general de los pacientes lo atribuyeron a la tolerancia y abstinencia.
Demostraron a largo plazo, que las benzidiazepinas pueden inducir trastornos de la percepción y despersonalización.
Sistema inmunitario
Su consumo crónico puede causar trastornos inmunológicos significativos. Por ejemplo, el diazepam y el clonazepam tienen efectos inmunotóxicos prolongados en fetos de ratas preñadas. Por lo tanto, causan inmunosupresión de por vida en esos casos de estudio.
No existen estudios del efecto inmunotóxico del diazepam en humanos, pero sus altas dosis son factor de riesgo para neumonía.
Suicidio y autolesión
El consumo de benzodiazepinas está fuertemente ligado al suicidio. Los adolescentes con depresión que las toman, tienen un aumento en el riesgo de auto-lesionarse o suicidarse. Pero los efectos psicotrópicos en individuos menores de edad deben estudiarse más exhaustivamente.
La dependencia de esta droga empeora el cuadro clínico. Puede llevar a un deterioro social y la coexistencia del alcoholismo y abuso de drogas. La dependencia de las benzodiacepinas puede llevar al suicidio. El abuso de las benzodiacepinas, un depresor del sistema nervioso central, aumenta el riesgo de suicidio en drogadictos.
Evitar dependencia
Existen métodos para evitar la dependencia a esta droga, pero esto debe proporcionarlo un profesional de la salud cualificado. Así se reduce la posibilidad de padecer efectos psicotrópicos. Entre lo principal, está proporcionarle al paciente las normas higiénicas necesarias para un tratamiento de insomnio y ansiedad.
Quizá, lo más importante es buscar la causa principal del problema y dar dosis adecuadas de las benzodiacepinas específicas. Es necesario que se ajuste a las necesidades del paciente, tomando precaución especial con pacientes de edad avanzada, con hepatopatías, polimedicación, gestantes, adicciones, los que muestran alto riesgo de suicidio y otras poblaciones en riesgo.
¿Durante cuánto tiempo mantener el tratamiento?
Para evitar la dependencia es importante no exceder el tiempo tratamiento. “En caso de insomnio, los tratamientos no deben durar más de cuatro semanas, debiendo fraccionar el uso de benzodiacepinas en cuanto sea posible. También, debe evitarse la supresión brusca de los tratamientos para evitar el efecto rebote”, explica José María Vázquez a Cuídate Plus.
Por este motivo, es importante conocer los efectos de los psicotrópicos. Si este artículo te ha sido de ayuda, no olvides compartirlo en tus redes sociales.