Hoy en día, con los ritmos acelerados que llevamos en la actualidad, es más común de lo que pensamos atravesar por episodios de estrés y otras afecciones como la ansiedad y la depresión. Afortunadamente, existen muchas técnicas y disciplinas que nos pueden ayudar a relajarnos y afrontar las situaciones tensas con mayor aplomo. Tal es el caso del Mindfulness, y en este post te explicaremos de qué se trata y cómo ponerlo en práctica.
El Mindfulness está cobrando importancia en los últimos años, junto a otros métodos para aclarar la mente (y mantener nuestro cuerpo) como son el yoga, el taichí y el reiki. No olvidemos que el ejercicio físico también nos aporta grandes beneficios en la salud mental y, acompañado de una sana alimentación, podríamos conseguir el bienestar que tanto deseamos.
Esperamos que nuestra recopilación acerca del Mindfulness te ayuda a conocer más sobre el tema. No dejes de leer este artículo completo y descubre todo sobre esta técnica de meditación.
Contenidos
¿De qué se trata el Mindfulness? ¿Para qué me sirve?
Se conoce como Mindfulness a la capacidad de situarse en el presente, en el aquí y ahora. También se le conoce como Atención Plena. Consiguiendo esto, es posible concentrarte solo en el momento que transcurre en el presente, dejando el pasado a un lado y todas las cargas que puede conllevar, apartando la preocupación que nos causa el futuro.
El objetivo de esta práctica es conseguir paz mental, evitando así la generación de estrés y otras enfermedades que terminan por afectarnos en nuestro rendimiento diario.
La práctica de la meditación que hoy en día conocemos como Mindfulness, proviene del budismo zen. Debemos agradecerle enormemente a la cultura oriental por legarnos no solo esta, sino otras grandes lecciones espirituales y de vida para hacer más llevadera nuestra cotidianidad.
Lo que nos enseña esta técnica de meditación es a apartar el control que usualmente queremos tener sobre todos los aspectos de nuestra vida. Es por ello que la capacidad de ubicarnos en el momento presente ayuda a desarrollar el Mindfulness y es sumamente beneficiosa para combatir la ansiedad y la constante frustración que provoca este tipo de emociones.
De esta forma podemos equilibrar nuestras emociones y afrontarlas tal y como se nos presentan. Si lo pensamos un momento, el Mindfulness no se aleja de los objetivos de la terapia psicológica, puesto que la finalidad es ayudar a los practicantes a conocerse y mantener sus pensamientos negativos bajo control para evitar que estos les afecten.
Beneficios del Mindfulness
Como ya hemos mencionado, practicar esta técnica de atención plena nos puede ayudar a enfrentarnos a problemas psicológicos como la ansiedad, el estrés y la depresión. Pero también podemos encontrar beneficios en nuestro organismo al lograr conectar nuestra mente y cuerpo. Por ejemplo, uno de los más grandes aportes de la meditación lo obtenemos en el sistema inmunológico que, aunque parezca sorprendente, depende mucho de nuestro estado de ánimo y los pensamientos que tengamos.
Generando señales positivas, nuestro cuerpo entenderá que está bien y nuestro sistema inmune recibirá el mensaje. De hecho, es común observar que los pacientes con estrés y ansiedad sufren de dolores corporales recurrentes, dolores de cabeza, gripe u otros síntomas. Esto se debe al estado mental alterado y con el Mindfulness es posible ponernos en sintonía con el bienestar.
Además de la meditación, para generar los cambios completos que el Mindfulness promueve, es necesario que adoptemos cambios en nuestra cotidianidad, como la corrección de la postura y de vicios negativos a la hora de respirar. Otras mejorías que podrás registrar se dan a la hora de dormir: si te cuesta descansar o no logras acallar tus pensamientos aunque estés dormido, inténtalo con esta propuesta.
¿Cómo me inicio en el Mindfulness?
Existen cientos de cursos online y bibliografía que pueden aportar mucha más información acerca del Mindfulness y cómo ponerlo en práctica. Asimismo, este método ha sido incorporado en hospitales y consultorios psicológicos, gracias a sus grandes aportes al autoconocimiento y la aceptación de la realidad. Te dejamos algunos ejercicios que te pueden ayudar a empezar a practicar el Mindfulness:
1 minuto de conciencia plena al día
Comienza por este ejercicio que no requerirá más que de programar una alarma durante un minuto. Durante ese minuto, siéntate cómodo con tus ojos abiertos y respira. Hazte consciente del momento. Eventualmente, tu mente buscará distraerte, pero concentrarte en la respiración ayudará a mantenerla.
Aunque parezca sencillo, te sorprenderá saber que para conseguir un minuto entero de atención plena pueden pasar años. Esto se debe a que nuestra mente siempre juega con nosotros. Poco a poco irás aprendiendo a mantenerte en este estado y podrás prolongarlo. Para entrenarte, un minuto bastará. Puedes practicarlo tantas veces al día como lo creas necesario.
Contar hasta diez
Al igual que el ejercicio anterior, esta es una forma de meditación sencilla que busca entrenar la concentración. En lugar de usar tu respiración como guía, cierra los ojos y cuenta mentalmente 10 segundos. Y, si tus pensamientos te distraen, vuelve a intentarlo hasta que lo logres.
Observar conscientemente
Muchas veces pasamos de las cosas que tenemos alrededor y no ponemos detalle en su existencia. Te invitamos a coger cualquier objeto de tu entorno y observarlo profundamente durante un rato. Colócalo frente a ti y, solamente, observa. Poner tu atención en un objeto en particular te llevará a liberar la mente y centrarte en el ahora, a la vez que te permitirá descubrir pinceladas de una realidad que ignoras.
Respiración consciente
Se trata de una técnica muy usada en yoga y consta de centralizar la atención en la respiración y cómo se inhala y exhala. Respira por la nariz y exhala por la boca. Inhala profundamente 10 segundos y luego exhala en el mismo tiempo.
Ponlo en práctica durante un minuto al día y nota cómo tus pensamientos van fluyendo.
Ejercicios de respiración combinados con relajación
Práctica ejercicios de relajación combinados con la respiración consciente. Siéntate en una postura cómoda y comienza por apreciar cada musculo de tu cuerpo, desde la frente hasta la punta de los dedos de los pies. Nota la presencia de cada uno de ellos.
Una vez los tengas identificados, comienza a tensarlos y relajarlos a medida que respiras. Inhalas y tensas, exhalas y relajas. Además de ayudarte a descansar, esto creará mayor consciencia sobre tu cuerpo y te ayudará a identificar la tensión a causa de estrés cuando la padezcas.
Entiende tu rutina y tu entorno
Todas las tareas del día a día, aunque parezcan superficiales, funcionan de una forma y poseen sus cosas buenas y no tan buenas. Aprende a identificar lo que pasa a tu alrededor, lo que te hace sentir y pensar cada estímulo que recibes y cómo reaccionas ante ellos. Esto te permitirá desechar eventualmente aquello que te genera malestar y hacerte consciente de la realidad.
No decimos que sea fácil aplicar estos consejos, pero estamos seguros de que, poco a poco, lograrás entrenarte para sentirte bien contigo mismo. Recuerda que el cómo nos sentimos se ve reflejado en cómo nos relacionamos con los demás, por lo que es importante trabajar en nosotros mismos.
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