amigdalitis

Las amígdalas son dos cúmulos de células inmunitarias ubicadas en el inicio de la faringe, entre los pilares del paladar, puede decirse que las amígdalas son una fábrica productora de anticuerpos, sobre todo en nuestros primeros años de vida. En Web de Salud te explicaremos qué función cumplen las amígdalas, qué es la amigdalitis, cuáles son sus síntomas y tratamientos.

Desde que somos pequeños las amígdalas van creciendo a medida que vamos creciendo y con ellos su función protectora, asimismo, tenemos contacto con virus y bacterias que van activando las células inmunitarias. Aumentan su tamaño entre los 3 y 6 años de edad, momento en el cual se reducen y quedan casi inactivas tras la adolescencia, aunque persisten de por vida.

Qué es la amigdalitis

Es una enfermedad infecciosa que se contagia por medio del aire, es decir, cuando una persona tose o estornuda y nosotros inhalamos sus bacterias, o por contacto directo, intercambio de saliva, contacto con objetos contaminados, contacto íntimo.

Tiene un periodo de incubación de entre 12 horas a 5 días desde el día que se originó el contagio. Las amígdalas infectadas se hinchan y toman un color rojizo, además, tienen un revestimiento amarillo o blancuzco.

La infección en las amígdalas se produce cuando la actividad de los microorganismos supera la capacidad de sus defensas. Sucede en el momento en que se genera una invasión masiva de gérmenes contra los que no hay suficientes anticuerpos, originando una alteración de los mecanismos de defensa. Desaparece después de 4 a 10 días aproximadamente.

Generalmente, esta enfermedad es causada por un virus, pero también puede ser causada por la misma bacteria que genera la faringitis estreptocócica. A veces puede originar un hongo o un parásito.

amigdalitis aguda

Causas de la amigdalitis

Hay dos tipos de amigdalitis, aguda y crónica, los cuáles tienen diferencias importantes en cuanto a síntomas, desarrollo y tratamiento.

Amigdalitis aguda

Esta es más común en infantes pequeños o pubertos, siendo también una circunstancia autolimitada y con evolución benigna. Asimismo, es causada por muchos virus y bacterias, siendo las bacterias lo menos usuales. Entre los microorganismos que más afectan son:

  • Streptococcus
  • Virus de Epstein-Barr
  • Virus de herpes simple
  • Adenovirys
  • Enterovirus
  • Virus para influenza

Dos de cada tres casos de amigdalitis de este tipo son causados por virus, dejando la evolución de esta por bacterias en un margen más reducido.

Amigdalitis crónica

La causa de la amigdalitis crónica es una infección mucho más grave y descuidada por la persona que lo padece, la cual la hace en algo recurrente que afecta e inflama los tejidos de las amígdalas con frecuencia. Por la severidad y el nivel de infección, suele causar faringitis.

Otras causas de la amigdalitis

Enfermedad hiperpangina

Se origina por un virus denominado Coxsackie A. Se caracteriza por una subida brusca de fiebre de 41°C, vómitos y garganta muy roja con úlceras y vesículas de 1 a 2 milímetros de tamaño, y con una o varias lesiones. Sus síntomas duran de 3 a 6 días.

Mononucleosis infecciosa

Se genera por el virus de Epstein-Barr y se describe por tener fiebre alta, amígdalas excesivamente grandes con membrana blancuzca, muchos ganglios inflamados en el cuello, aumento del bazo y del hígado, además de sarpullido maculopapuloso. Es diagnosticado a través de un examen sanguíneo.

Síntomas de la amigdalitis

Los síntomas de la amigdalitis pueden variar dependiendo del germen que lo causó. Cuando la infección es generada por un virus hay inflamación en las amígdalas con dolor de garganta, voz gangosa, fiebre, tos y malestar general, síntomas parecidos a los del resfriado común. No obstante, cuando la amigdalitis es proveniente de una bacteria la fiebre es mucho más alta, el malestar y el dolor son más fuertes, y en las amígdalas aparecen placas blancas y en los ganglios del cuello se inflaman más.

Los síntomas más frecuentes de esta enfermedad son:

  • Inflamación en las amígdalas
  • Úlceras
  • Congestión nasal
  • Zonas blancas o amarillentas en las amígdalas
  • Dolor de garganta por más de 48 horas
  • Dificultad y dolor al momento de tragar (disfagia)
  • Tos
  • Dolor de cabeza, oídos y ojos
  • Fiebre y escalofríos
  • Sensibilidad en la mandíbula y garganta
  • La inflamación excesiva de las amígdalas puede producir problemas respiratorios

Tratamientos para la enfermedad

Estos dependen de la causa de la enfermedad, si es por virus, no hay medicamento para tratarlo. Por otro lado, si es bacteriana, como la faringitis estreptocócica, deberás hacer uso de antibióticos. Es fundamental que termines el tratamiento aún si te sientes bien, ya que, si lo dejas muy pronto, puede que algunas de las bacterias sobrevivan y vuelvan a infectarte.

Sin importar la causa, hay algunas cosas que te beneficiarán:

  • Mucho descanso
  • Beber mucho líquido
  • Comer alimentos blandos o líquidos si te duele demasiado la garganta
  • Ingiere líquidos calientes o alimentos fríos como helados para calmar la garganta
  • Duerme en un cuarto con un humidificador
  • Haz gárgara de agua con sal
  • Chupa una gragea para la garganta que adormezca el dolor
  • Toma un analgésico, como por ejemplo acetaminofén

Es algunos casos puede que necesites una cirugía de amígdalas o una amigdalectomía, es una intervención quirúrgica en la cual se extirpan las amígdalas y será necesario realizarla si:

  • Tienes amigdalitis muy de seguido
  • Si tienes amigdalitis bacteriana que no mejora con antibióticos
  • Si tus amígdalas son muy grandes o causan mucha dificultad para tragar o respirar

Después de la cirugía, puedes volver a casa, es decir, es una operación ambulatoria, pero los niños muy pequeños o las personas que tienen complicaciones puede que necesiten quedarse esa noche en la clínica u hospital. El proceso de recuperación puede tomar entre una semana a 15 días para recuperarte completamente.

amigdalitis bacteriana

Medidas de prevención

Fortalecer el sistema inmune es una de las principales prioridades para prevenir el desarrollo de la enfermedad, fundamentalmente en niños y pequeños en pleno desarrollo. Esto se puede lograr con una alimentación equilibrada, rutinas de ejercicio las cuales mantengan el cuerpo saludable.

Asimismo, se debe tener buena higiene y lavarse las manos frecuentemente. Además, debes evitar el contacto con personas que padezcan de amigdalitis. Los malos hábitos como el tabaquismo, o estar cerca de una persona que fuma y el abuso de las bebidas alcohólicas contribuyen al desarrollo de esta enfermedad, ya que irritan las mucosas de la garganta que son importantes en el bienestar de los tejidos.

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