La neuropsicología es una disciplina clínica que se encuadra dentro de las neurociencias como una especialidad de la psicología.
Esta estudia las estructuras del funcionamiento nervioso central, y el efecto que su estado produce en los procesos mentales que actúan sobre las funciones cognitivas y conductuales de las personas.
Por tanto en éste tipo de especialidad qué es la neuropsicología, se trabaja conjuntamente en el estudio del funcionamiento cerebral y las respuestas de comportamiento.
Utilizando criterios de diferenciación entre los procesos mentales y las conductas en personas con un funcionamiento cerebral sano, y las respuestas cognitivas y de comportamiento en personas que han sufrido lesiones cerebrales.
Por enfermedades como epilepsia, Alzheimer, Parkinson, parálisis cerebral, ictus, esclerosis múltiple entre otros, o trastornos durante el desarrollo tales como el trastorno por déficit de atención, con hiperactividad.
Dado que los comportamientos y los procesos cognitivos tienen su base en las estructuras neuronales, la neuropsicología comparte información de otras disciplinas científicas como la neurología, la biología, o la farmacología.
Para realizar la rehabilitación de las funciones cerebrales superiores dañadas en los pacientes, aplicando tratamientos globales, que restauren las funciones alteradas, o las sustituyan o compensen.
Los daños cerebrales producen un cambio cognitivo y conductual en los pacientes, afectando a funciones como el lenguaje, la evocación voluntaria de conocimientos adquiridos anteriormente, la capacidad de atención, irritabilidad, apatía, o dificultad para controlar impulsos, entre otras.
Concretamente la neuropsicología se centra en el estudio de la corteza cerebral asociativa como parte que habitualmente suele quedar muy afectada por enfermedades que producen daños cerebrales, relacionados con trastornos de las funciones ejecutivas, la memoria y el lenguaje, así como su repercusión en la conducta individual.
Objetivos de la neuropsicología
La neuropsicología cumple diversos objetivos que vamos a ver a continuación:
En primer lugar, la neuropsicología cumple una función evaluadora en el tratamiento de pacientes con lesiones y trastornos cerebrales, que se suelen realizar en interconsulta clínica entre un neuropsicólogo y otros especialistas como neurólogos, psiquiatras y doctores de otras ramas de la medicina, tal y como nos comenta el doctor Pablo Somoza, neurocirujano en Coruña.
Las distintas formas de evaluación son imprescindibles para ver los problemas o cambios en las funciones cognitivas y la conducta, a consecuencia de daños cerebrales, y para ello se utilizan diferentes test en neuropsicología.
Algunos ejemplos son: la batería Halstead-Reitan, batería Luria, o el denominado test Barcelona, que ayudan a emitir un informe sobre el estado del paciente, además de técnicas de exploración y diagnostico como los TAC, RMN, PET, SPECT, IRMf.
Estos utilizan también técnicas experimentales como el uso de ordenadores, y se comprueban las condiciones del flujo sanguíneo relativo y otros factores que puedan estar asociados, evitando así el deterioro de otras funciones, y apoyándose en las que no están deterioradas para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus actividades cotidianas.
La evaluación neuropsicológica infantil, juvenil y de adultos, se realiza por un neuropsicólogo experto en la observación clínica y la aplicación e interpretación de diversas baterías de test neuropsicológicos y pruebas estandarizadas.
Las pruebas neuropsicológicas de evaluación infantil y juvenil pueden presentar algunas variaciones con respecto a los que se utiliza en adultos en los que básicamente se centran en:
- Identificar el perfil cognitivo, funcional y de conducta del enfermo.
- Realizar un seguimiento para una precoz detección del deterioro cognitivo en población mayor, diferenciando el envejecimiento natural y el envejecimiento patológico.
- Evaluar a través del trabajo neuropsicólogo, el grado de lesión o daño en el sistema nervioso central.
- Analizar las áreas en las que existe un mejor rendimiento de las que presentan menos posibilidades, para adecuar los tratamientos más apropiados, estableciendo también un pronóstico de la evolución al tratamiento, y la consecución de los objetivos establecidos.
Neurorehabilitación, o rehabilitación neuropsicológica
La neurorehabilitación es un tratamiento terapéutico que tras la valoración neuropsicológica de las facultades mentales, y capacidades preexistentes deterioradas y conservadas, ayuda a los pacientes a conseguir una readaptación en su entorno.
Recuperando el mayor grado de autonomía perdido, y minimizando los déficits provocados por efectos de infartos cerebrales, epilepsia, Alzheimer, y otras enfermedades que producen graves daños neuronales, partiendo del concepto de restauración, y compensación de las funciones deterioradas.
La neuropsicología ayuda igualmente a incrementar y conseguir un mejor funcionamiento en procesos cognitivos, conductuales y emocionales en enfermedades como la parálisis cerebral, mejorarando la calidad de vida no sólo de los pacientes sino también de sus familiares y entorno.
También la rehabilitación neuropsicológica mejora los problemas de deterioro cognitivo producido como consecuencia del consumo de sustancias estupefacientes.
Cada persona requiere de un plan de estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsicológica propio, en función de su edad, personalidad, nivel de estudios, estado cognitivo, conductual y emocional, y daños sufridos en sus funciones cognitivas como consecuencia de la enfermedad que los provoca.
A través de los programas específicos de la estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsicológica diseñados para cada paciente, se pueden conseguir los siguientes beneficios:
- Reducción de respuestas emocionales negativas como la apatía, la irritabilidad y agresividad.
- Conservar la comunicación verbal.
- Reducir el ritmo de deterioro cognitivo asociado a la evolución de la enfermedad.
- Frenar el deterioro de las habilidades funcionales, mejorando en conjunto la calidad de vida de los enfermos y su entorno.
El neuropsicólogo no solo se ocupa de la rehabilitación neuropsicológica de sus pacientes, sino que también supone un gran apoyo para aquellos familiares y cuidadores que deben hacerse cargo de las personas que padecen trastornos cerebrales, y que habitualmente también acaban padeciendo trastornos asociados a su cuidado.
Función preventiva en el diagnostico precoz y tratamiento de daños cerebrales
La neuropsicología está presente en todos los programas de prevención de la salud mental y cerebral, por esta razón es muy importante solicitar una evaluación neuropsicológica.
Esta se debe pedir cuando se aprecian cambios identificables en las funciones cognitivas de las personas, y cuando se aprecian alteraciones de la conducta que se puedan asociar a problemas relacionados con el funcionamiento del cerebro para conseguir:
- Una rápida detección de la degeneración de funciones cognitivas, a través de las pautas de diagnóstico y tratamiento utilizadas en neuropsicología.
- Establecer un diagnóstico precoz de enfermedades mentales por patologías cerebrales, y demencias.
- Conformar el perfil neuropsicológico del enfermo identificando las capacidades que conserva y aquellas que ha perdido.
- La neuropsicología contribuye a la mejor precisión de los diagnósticos en trastornos por demencias con diferentes causas y características, tales como la demencia frontotemporal, demencia vascular, demencia tipo Alzheimer, o demencia por deterioro subcortical, determinando el grado de deterioro, y estableciendo un pronóstico evolutivo para elaborar el tratamiento más efectivo dentro de la actuación terapéutica dirigida a la neurorehabilitación de los enfermos.
En cuanto a los métodos que se utilizan en neuropsicología para la prevención de la pérdida de capacidad cognitiva en relación a daños cerebrales, se aplican una serie de pruebas estándar.
Así como otras específicas en función de las características particulares de cada paciente, como edad, personalidad o nivel de conocimientos, a través de una serie de test dirigidos por un psicólogo.
En estos el profesional puede diferenciar claramente si existe simulación, o alteraciones de competencia psiquiátrica y patologías cerebrales.
Mediante las baterías de test aplicados para realizar la evaluación neuropsicológica se obtienen datos para valorar el rendimiento global, a través de la intervención de diferentes funciones mentales.
Son las siguientes: atención, concentración, orientación, capacidad de aprender y memorizar, capacidad de comunicación. Tambiñen: expresión, comprensión, grado de fluidez en lectura y escritura, entre otros.
También con la aplicación de test neuropsicológicos, se evalúan las gnosias, praxias y capacidades de las funciones ejecutivas como la organización, grado de flexibilidad mental, o la planificación.
Junto a las capacidades cognitivas, se evalúan aspectos de la conducta analizando determinados síntomas psiquiátricos en el comportamiento cotidiano, con ayuda de un familiar, o persona del entorno más próximo del paciente que pueda aportar información sobre los cambios observados.
La detección precoz de procesos patológicos y degenerativos asociados a deterioros cognitivos y conductuales, pueden retrasar y frenar su evolución si se identifican en sus primeros estadios, y se establecen los adecuados tratamientos terapéuticos y de rehabilitación neuropsicológica para evitar llegar a estados irreversibles.
No esperes a encontrarte con graves problemas de salud mental y conductas límite en tu propia persona o entre tus seres queridos.
Una visita temprana al psicólogo puede suponer la diferencia entre la detección precoz de trastornos mentales leves que se pueden solucionar con adecuadas terapias, o trastornos degenerativos que pueden ser irreversibles sin una adecuada y temprana evaluación neuropsicológica.
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