La mononucleosis es una enfermedad infecciosa provocada por un virus. Entre sus síntomas más comunes está la fiebre, dolor de garganta y la inflamación de los ganglios linfáticos. En Web de Salud te contamos un poco más sobre la también llamada enfermedad del beso.
Es provocada por el virus Epstein-Barr (VEB), perteneciente a la familia del herpes. Esta es la causa en el 90 por ciento de los casos. El resto de los porcentajes lo causa el citomegalovirus (CMV). Solo en España el VEB afecta al 95 por ciento de la población, aunque puede ser asintomático. Aparece con mayor frecuencia entre los 15 y los 17 años de edad.
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¿Qué lo causa?
La enfermedad del beso se transmite por las secreciones orales, es decir, la saliva. Cuando hay intercambio de saliva por un contacto personal muy estrecho hay más posibilidades de contagio, ya que su índice es muy bajo.
Fernando Pérez Escanilla, del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), explicó a Cuidate Plus que su nombre deriva de la transmisión mediante saliva. Se puede transmitir por «la tos, estornudos, útiles de cocina y demás». Incluso, puede ocurrir con una transfusión sanguínea.
El virus se elimina 18 meses después de contraerlo. Después, se elimina intermitentemente toda la vida, sin síntomas clínicos. Así que no es del todo sorpresa tenerlo, porque no necesariamente se contagia con besos.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad del beso?
El periodo de incubación es de entre 10 y 15 días. En ese momento, no hay síntomas. La enfermedad se manifiesta entre los 7 y 14 días con malestar general, dolor de cabeza, fatiga, dolor muscular y abdominal y fiebre alta. También provoca tumefacción de los ganglios linfáticos que puede resultar muy dolorosa, faringoamigdalitis, esplenomegalia o aumento del tamaño del bazo.
Es posible sufrir de hepatitis, de hecho, se considera característico del cuadro sintomático. En estos casos, no causa el color amarillo en piel y es benigna. Algunos síntomas poco frecuentes son la rinitis, el edema de párpados y erupciones como reacción a medicamentos.
La enfermedad dura entre dos o cuatro semanas. La fiebre cede a las dos semanas, pero podría durar más tiempo. La fatiga persiste por varias semanas y el bazo dilatado hasta tres meses.
Puede ser causa de complicaciones neurológicas como meningitis, parálisis de nervios craneales o encefalitis. De problemas hematológicos como anemia, trombopenia y de complicaciones respiratorias como neumonía. Una de las complicaciones más graves puede ser la rotura de bazo, que se produce por el exceso de hinchazón, aunque es muy poco frecuente.
¿Cómo puede prevenirse la enfermedad del beso?
La principal medida para prevenir la enfermedad del beso es una buena higiene. Deben lavarse las manos con frecuencia y evitarse el contacto con utensilios o recipientes usados por personas infectadas. Es recomendable mantener distancia con quienes lo hayan padecido.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la mononucleosis se hace mediante un cuadro clínico. Se miran las alteraciones en la sangre. Hay un aumento de los leucocitos, glóbulos blancos, linfocitos y de linfocitos atípicos, así como una elevación moderada de las transaminasas en un 50 % de los pacientes.
Se aplican estudios serológicos, es decir, análisis de sangre. El objetivo es detectar anticuerpos contra el virus, para demostrar la presencia de anticuerpos heterófilos. También se aplica un estudio de anticuerpos específicos para combatir el virus del Epstein-Barr (VEB).
Esto es para diferenciar esta enfermedad de otras que presente síntomas similares, causadas por otros como citomegalovirus, hepatitis, virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
¿Cuál es el tratamiento contra la enfermedad del beso?
Requiere un tratamiento para tratar los síntomas. Es recomendable el reposo y dormir, así la fiebre baja con rapidez y los ganglios linfáticos se alivian. Se recetan medicamentos para reducir la fiebre si es muy alta y bajo prescripción médica.
En pocos casos, pueden aparecer complicaciones que pueden causar infecciones adicionales a causa de algunas bacterias. En tales casos, se recetan antibióticos. Pero, debe recordarse que la ampicilina, puede provocar reacciones de hipersensibilidad en la piel, por lo que aparecen manchas rosas en el cuerpo.
¿Qué otras enfermedades puede causar el virus de la enfermedad del beso?
El virus de Epstein-Barr también puede causar otras enfermedades como la esclerosis múltiple, lupus eritematoso sistémico, diabetes tipo 1, enfermedad inflamatoria intestinal, artritis reumatoide y artritis idiopática juvenil. No obstante, el tener el virus no es causa de sufrir el riesgo de padecer alguna de estas enfermedades.
En el caso de la esclerosis múltiple, científicos financiados por MS Research Australia investigaron cómo el EBV podría modificar el ADN en un proceso llamado epigenética. Concluyeron que las modificaciones químicas causadas por el virus no se relacionan con el riesgo de sufrir la esclerosis.
La epigenética son las instrucciones o marcas químicas que dan al ADN para controlar qué genes se expresan y cuáles no en cada célula. El virus Epstein-Barr (EBV) se relaciona con enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple.
El 80-90% de la población general se expuso al EBV y se cree que todos los pacientes con esclerosis tienen el virus. Por lo tanto, concluyeron que el EBV es necesario para desarrollar la enfermedad, pero no es suficiente. Hay más de 200 cambios genéticos que incrementan el riesgo de una persona de sufrir esclerosis.
En la infección por EBV, el virus secuestra las células inmunes B. Así cambia la manera en la que la célula usa sus genes y sus funciones, un método es con la epigenética, configurando otros mandos para que la célula trabaje.
Los investigadores estudiaron el ADN de las células B. Algunas infectadas con el virus y otras no. Compararon cuántos cambios epigenéticos había y dónde estaban. El EBV afecta las etiquetas epigenéticas en la célula, pero no se determina si este fenómeno impacta sobre los genes asociados a la esclerosis.
Los investigadores confirmaron que había cambios drásticos en la epigenética de las células B infectadas por el virus. Pero, no tantos en los genes de riesgo de la esclerosis múltiple. Los pocos no estaban asociados a la defensa celular contra el EBV.
Es decir, la enfermedad del beso y otras enfermedades tienen el factor común del virus, pero padecerla no necesariamente condiciona que, si tuviste una, podrías desarrollar la otra.
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