falsa ciatica

El Síndrome Piramidal, también conocido como Síndrome del Piriformis; esta dolencia debe su nombre a un músculo plano, oblicuo y con forma de pirámide que se origina en la cara anterior del sacro, la parte vertebral de la región glútea y el margen superior de la escotadura ciática mayor, conocido como Músculo Piriforme, en Web de salud te vamos a explicar todo lo qu edebes saber sobre esta dolencia.

Sus síntomas comienzan a aparecer cuando el nervio ciático es presionado por dicho músculo, generando de esta manera dolores agudos y adormecimiento  la zona de los glúteos. Según su intensidad puede  extenderse hasta  las piernas, ocasionando lesiones que deben ser tratadas de inmediato.

Por su sintomatología, es frecuente que el Síndrome Piramidal sea confundido con otras lesiones similares, como; patología discal en la zona Lumbar; estenosis espiral/lumbar o patología de origen pélvico, lumbago, entre otros.

Por tal razón,  se hace necesario e indispensable la atención por parte de un profesional en el área,  quien a través de estudios especializados de Radiografías y  Resonancias Magnéticas, comience a descartar afecciones similares logrando determinar  la presencia del Síndrome Piramidal, de esta forma se podrán aplicar los correctivos necesarios para minimizar las dolencias.

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Síntomas del Síndrome Piramidal

Son muchos los síntomas que presenta esta enfermedad. Sin embargo, entre las señales más frecuentes que caracterizan el Síndrome Piramidal se encuentran:

  • Dolor agudo, hormigueo y entumecimiento en las nalgas, que desciende por la parte posterior del muslo, pantorrilla y al presentarse muy fuerte llega hasta el pie. Normalmente ocurre al momento de subir escaleras. Asimismo, cuando adoptamos malas postura o presentamos una biométrica deficiente.
  • Por otro lado, se atribuye al Síndrome Piramidal la rigidez o rango de movilidad reducida en la articulación de la cadera, sobre todo después de estar sentado durante mucho tiempo o cuando se producen recorridos extensos.

Es por eso que la enfermedad se presenta con mayor frecuencia entre atletas pues, el exceso de entrenamiento y el calzado inadecuado son factores influyentes ante dicha patología.

No obstante, cuando se realiza una pisada inusual constante que con el tiempo generan el Síndrome Piramidal.

Tratamiento del Síndrome Piramidal

Para tratar  de minimizar y eliminar las dolencias del Síndrome Piramidal, es recomendable llevar a cabo una secuencia en sus tratamientos.

Cabe destacar que los casos se pueden presentar en diversas formas y con causas distintas, las cuales necesitan soluciones individuales. Por lo tanto, es indispensable tener una continuidad sobre la aplicación de los tratamientos.

Además, se debe considerar los resultados que se obtengan de su aplicación, siendo esta la forma correcta de tratar la dolencia generada por el Síndrome Piramidal:

  • Como primera opción para tratar de aliviar el dolor glúteo — cadera, se recomienda el suministro de analgésico, antiinflamatorios sin esteroides y relajantes musculares (Naproxeno, Ibuprofeno o los inhibidores de la COX-2).
  • Para el dolor intenso de la ciática causado por el músculo piriforme, es posible que se incluya una inyección como parte del tratamiento. Esta se puede colocar en anestésico y corticosteroide local, directamente en el músculo piriforme para ayudar a que el músculo se relaje y reduzca la presión sobre el nervio ciático, disminuyendo el espasmo y
  • Si persiste el dolor del Síndrome Piramidal; debemos acudir al fisioterapeuta o fisiatra, quien aplicará diversos métodos. Desde descargar la musculatura mediante técnicas de punción seca, hasta  estiramientos analíticos y activos ejercicios o drenajes del nervio.
  • Si ya aplicados los anteriores tratamientos el dolor persiste, manteniéndose los síntomas del Síndrome Piramidal es aconsejable realizar infiltraciones de corticoides o botox.
  • Y como última opción, para casos verdaderamente extremos, sería necesario la intervención quirúrgica. Sin embargo, son pocos los pacientes que han tenido que recurrir a esta práctica pues, han mantenido la secuencia en la ingesta adecuada del tratamiento oral y recibido la fisioterapia apropiada.

Tratamientos naturales

Sin embargo, hay personas que prefieren aplicar remedios y técnicas caseras antes de dirigirse a un profesional. Un  ejemplo de ello, se ve con bastante frecuencia el uso de la Terapia con Hielo y Calor para el Síndrome Piramidal:

Compresas de hielo

Cuando comienza el dolor, debemos acostarnos con una posición cómoda sobre el estómago y colocar una bolsa de hielo en el área adolorida durante 20 minutos aproximadamente. Se debe repetir cada 2 o 4 horas, según sea el caso.

Adicionalmente, este remedio puede ser más útil si lo combinamos con un masaje suave y deslizando el hielo directamente sobre la piel, si ese es el caso debe disminuir el tiempo para evitar quemaduras.

Mezcle temperaturas

Por otro lado, para algunas personas les resulta exitoso alternar frío con calor. Si usa una almohadilla de calor debe ser aplicada con mucho cuidado, colocándola en el área afectada con un grado de calentamiento que pueda soportar y no le cause efectos secundarios.

Terapias de estimulación eléctrica

Otros de los casos extremos son aquellos que involucran el uso de Electroterapias para la patología, que consiste en la aplicación  de estimulación eléctrica en las nalgas con una unidad de electroestimulación nerviosa transcutanea (TENS) o estimulador de corriente interferencial (IFC), lo cual puede ayudar a bloquear el dolor y reduciendo el espasmo muscular.

Practica yoga

Practicar yoga es una excelente opción ante dicha patología. El yoga es un deporte para corregir la postura, esto ayuda a reducir la rigidez e inflamación del músculo.

Para realizar los ejercicios solo debe colocarse boca arriba de manera frontal y extender el piriforme, la intención es ejercer movilidad en la rodilla izquierda hacia el hombro derecho. De igual forma, debe sujetar la rodilla con la mano izquierda hacia el talón derecho.

Asimismo, debe colocarse en la misma posición moviendo el talón de la pierna izquierda hacia el hombro derecho.

Para que el ejercicio pueda tener mejor resultado debe mantener ambas posiciones entre 30 a 60 segundos. Además, recomendamos que lo ejecute mediante tres series de 5 a 10 repeticiones cada uno. De igual forma, este ejercicio deberá hacerlo 2 o 3 veces al día.

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